El medio ambiente se ha convertido en un argumento de peso para la organización de cualquier evento. La despreocupación que reinaba hasta hace pocos años ha ido cambiando, por suerte y cada vez son más las medidas que se toman para evitar que la celebración de un evento repercuta negativamente en el medio ambiente.
El Rototom Sunsplash, que es uno de los festivales más concienciados con el medio ambiente y los movimientos sociales, no podía quedarse atrás en este tema y acaba de presentar las acciones que tomará para paliar, en la medida de lo posible, el impacto del festival en la naturaleza.
Un recinto sin plásticos
El Rototom Sunsplash ha eliminado todos los plásticos destinados a la restauración. Las botellas de plástico de agua y refrescos, los vasos de plástico de un solo uso y los cubiertos de plástico han sido sustituidos por otras soluciones menos agresivas.
Por ejemplo, las botellas se han cambiado por vasos reutilizables, que pueden adquirirse en el recinto, con el pago de un depósito, que se devolverá cuando se retorne el vaso. Además, las pajitas para las bebidas y los cubiertos que se servirán en el recinto están fabricados a partir de materiales biodegradables, como la fécula de maíz, caña de azúcar o madera.
Todo pensado para eliminar la huella de carbono que dejan más de 500.000 botellas de agua y refescos y 350.000 vasos de plásticos.
Un uso racional del agua
El agua será una de las bazas con las que contará el Rototom Sunsplash y su uso racional permitirá el ahorro de una gran cantidad de agua potable. Para comenzar y así potenciar el uso de los vasos reutilizables, en el Rototom habrá 50 puntos de agua para rellenar estos vasos o las cantimploras, que podrán introducirse en el Festival si no están fabricadas con metal o vidrio.
Este agua, con gas o sin gas, está osmotizada y servirá para calmar la sed de los miles de asistentes a los conciertos y los eventos que se celebrarán en el recinto. Eso sí, se trata de puntos de agua, no de fuentes, así que esta agua tendrá un coste de 0,5 euros por 33 cl, que se abonará con la tarjeta del festival, pero a cambio se obtendrá agua fría, microfiltrada y osmotizada. También habrá una fuente de agua potable en la entrada del festival y en el cámping.
Pero no es el único uso racional del agua que se hará del agua en el Rototom Sunsplash.
Las aguas grises, las que se utilizan en las duchas y los fregaderos en la zona del cámping se utilizarán, tras su filtrado, en los lavabos y baños de la zona del cámping. De esta manera el agua utilizada podrá ser reutilizada y volver a ser útil antes de pasar a los desagües.
Luces LED y placas solares
Como todos los años, las luces de los escenarios estarán fabricadas con tecnología LED, que reduce considerablemente el consumo de electricidad durante los conciertos. Además, se instalarán placas solares para que los stands de los vendedores del recinto sean autosuficientes y no necesiten electricidad. Para que los dispositivos de los asistentes tengan la energía necesaria, existirán sombrillas equipadas con placas solares, de manera que la energía se obtendrá del sol.
Reciclaje: la palabra clave
El reciclaje es la palabra clave del Rototom Sunsplash. Por todo el recinto se instalarán algo más de 500 contenedores de distintos tipos, incluyendo contenedores de colillas. De esta manera, todos los residuos que se produzcan en el Festival se podrán retirar con facilidad y lo que se pueda reciclar, llegará con facilidad hasta las plantas de reciclaje y se reutilizará.
El Rototom Sunsplash también se compromete a utilizar productos Km0 para reducir al máximo la huella de carbono. Los productos de alimentación, equipos de transporte y todo lo que pueda causar un mayor impacto también se contrata en el entorno de Benicàssim.
Benicàssim se beneficia de estas iniciativas para hacer que el festival sea sostenible, porque la diversión, los grandes eventos y la sostenibilidad no tienen que estar reñidos. Rototom Sunsplash lanza esta serie de acciones bajo el lema #standupforearth.