La Torre de San Vicente se ha convertido en uno de los recursos más atractivos de Benicàssim. Si antes podíamos disfrutar de la imponente vista de la Torre de San Vicente desde el exterior, ahora podemos visitar esta torre de vigilancia por dentro. La última reforma ha permitido preparar el interior de la fortificación y convertirla en un Centro de Interpretación donde podemos conocer muchos datos acerca de las torres de vigilancia que se repartían a lo largo de la costa castellonense.
La Torre de San Vicente tiene una larga historia y ha servido de punto de vigilancia frente a los ataques de los piratas berberiscos durante la época en la que atacaban la costa de Castellón en busca de botines y esclavos. A partir de este año, los visitantes que elijan Benicàssim para disfrutar de sus vacaciones podrán conocer la historia de la Torre de San Vicente accediendo a la visita que se adentra en su historia.
Dos pantallas táctiles con toda la información sobre la Torre de San Vicente
A la torre se accede desde la avenida Ferrandis Salvador, donde se ubica la puerta. Una vez se traspasa la pequeña puerta, entramos en un mundo donde la historia se muestra y nos hace comprender mejor qué vamos a encontrar en el recorrido por la Torre. Dos grandes pantallas táctiles muestran la información acerca de la construcción de la Torre de San Vicente y su evolución a través de los siglos. Junto a esta primera sala hay un pequeño auditorio en el que se muestra un vídeo con la evolución de la torre a lo largo de los años y los usos a los que se ha dedicado. Una manera bastante interesante de conocer qué recorrido ha tenido el edificio.
Para subir hasta la cubierta se abren en una esquina unas angostas escaleras que ascienden hasta la parte superior. En la terraza no solo se pueden admirar unas vistas excelentes de las playas de Benicàssim, sino que se puede percibir la majestuosidad de la Torre, con sus construcciones defensivas. En la terraza se ha instalado una réplica de un cañón como los que, en algún momento, sirvió de defensa ante los ataques desde el mar.
A la cubierta también se puede acceder a través de un pequeño ascensor, así que la accesibilidad permite descubrir todos los misterios que esconde la Torre de San Vicente. A partir del mes de julio se podrá visitar la Torre de San Vicente a través de una visita inmersiva con gafas de realidad virtual. A partir del mes de julio la entrada a la Torre de San Vicente costará 3 euros, aunque para optar a la visita con Realidad Virtual el precio será de 5 euros por persona y podrá contar con las gafas de Realidad Virtual, con un vídeo específico para esta experiencia.